Tesoros bajo los hielos de la Antártica

Washington, Londres, Beijin y La Habana (PL y Bolpress).- El calentamiento global y su influencia sobre los hielos del océano Glacial Ártico y el Continente Antártico despiertan el interés de las compañías que buscan nuevas fuentes de recursos. Se calcula que en las zonas árticas se acumula una cantidad de petróleo y gas natural equivalente al 25% de todas las reservas conocidas actualmente, lo cual alimenta múltiples reclamos territoriales. Pero hay algo más a tener en cuenta: si se derriten los hielos antárticos, la catástrofe mundial sería indescriptible, con un aumento de hasta 60 metros en el nivel de los océanos.

¿Es posible aprovechar madera de bosques que también sustentan a las poblaciones rurales?

¿Podemos reducir los efectos negativos de la extracción de madera sobre la seguridad alimentaria y los ingresos de las poblaciones rurales que dependen de los Productos Forestales no Maderables (PFNM) para su sustento? Aunque los desafíos son grandes, un estudio reciente llevado a cabo por Lucy Rist y sus colegas, publicado en una edición especial de la revista Forest Ecology and Management, sugiere que es posible mitigar las consecuencias negativas sobre los PFNM que son importantes para los medios de vida locales, en especial si se le permite a los afectados tener un papel más activo en las decisiones que afectan los bosques que ellos usan.

Aproximación al concepto de deuda ecológica

Históricamente, en la economía y en la política se ha dado mucha más importancia a los asuntos financieros que a la pérdida de la ecología. La deuda externa ha marcado el rumbo de las políticas económicas aplicadas en los países de América Latina en las últimas décadas, aunque si bien el importe inicial de la deuda externa contraída ya ha sido pagado, los intereses de la deuda aumentan constantemente y esto hace que se vuelva una deuda eterna.