El BNDES es co responsable de los conflictos en Bolivia

El 25 de agosto, las organizaciones de la Plataforma BNDES y sus contrapartes, tanto en Brasil como en los países de América Latina, presentó al Banco Nacional de Desenvolvimento Economico e Social (BNDES) una carta, dirigida al presidente de la institución, Luciano Coutinho, que exige la suspensión del financiamiento inmediato para el proyecto de construcción de carreteras que tiene como objetivo conectar las ciudades de Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, cortando a través del Territorio Indígena y el Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en Bolivia. Con 306 km, esta carretera se estima en 415 millones de dólares, de los cuales 332 millones (80%) son financiados por el BNDES.

El Foro Social Pan Amazónico repudia la violencia policial contra la marcha indígena en defensa del TIPNIS

El Foro Social Pan-Amazónico (FSPA), colectivo compuesto por más de 50 organizaciones y movimientos sociales de Brasil, Perú, Estado Plurinacional de Ecuador, Estado Plurinacional de Bolivia, Colombia, República Bolivariana de Venezuela, República Cooperativa de la Guayana, Surinam y Guyana, repudia vehementemente la violenta, cobarde y brutal agresión que las fuerzas policiales bolivianas cometieron contra los indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Política agraria común, menos común de lo que parece

En el año 2010, cerca de 900.000 personas y entidades del estado español, se beneficiaron de los más de 5.000 millones de euros en ayudas económicas enmarcadas dentro de la Política Agraria Común (PAC). Sin embargo, estas espectaculares cifras no deben confundir, pues una cosa es repartir y otra muy distinta es hacerlo con justicia y equidad. Según el informe “Una injusticia llamada PAC”, editado recientemente por la organización Veterinarios Sin Fronteras, el 16% de los favorecidos por las subvenciones en el estado español lograron hacerse con el 75% del monto total. Los 58.000 mayores beneficiarios (7% del conjunto) se embolsaron cerca de 2.600 millones de euros, es decir la mitad.

Dos siglos de ceguera

Todo el mundo reconoce hoy en día, que la naturaleza no es como una esponja que absorbe todos los golpes que se le asestan. Sus dinámicas y equilibrios se alteran con frecuencia, debido a los impactos que generan la mayoría de las actividades humanas. De hecho han pasado más de dos siglos desde la revolución industrial, y se ha superado con creces el límite a partir del cual nuestra civilización juega peligrosamente con fuego. La desertización, la contaminación, la pérdida de biodiversidad o, el de moda hoy en día cambio climático, son algunas de las consecuencias de dos siglos de desenfreno e irresponsabilidad bajo el paradigma del progreso y el desarrollo.

El BNDES congela el crédito para la carretera del TIPNIS

Debido a las crecientes protestas populares que acosan al gobierno de Evo Morales, el gobierno brasilero suspendió la liberación de fondos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos a través del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), informó el diario Estadao.com.bo.

Progreso destructivo: Marx, Engels y la ecología

“La vida física e intelectual del hombre está indisolublemente ligada a la naturaleza… porque el hombre es parte de la naturaleza”; la naturaleza es “el cuerpo no-orgánico del hombre”, escribe Carlos Marx en los Manuscritos de 1844.  Lo que pega desde sus primeros textos es su anunciado naturalismo, su visión del ser humano como ser natural, inseparable de su ambiente natural. Marx se reclama humanista y define al comunismo como un humanismo que es al mismo tiempo un “naturalismo activo”, la verdadera solución “del antagonismo entre el hombre y la naturaleza”.

E.P. Thompson y William Morris: dos eco comunistas

Si tenemos en cuenta la contaminación de los mares, del suelo y de la atmósfera, así como de las capas geológicas submarinas, el mundo, considerado como una organización química, se encuentra actualmente en regresión. Gases peligrosos procedentes del subsuelo marino se respiran en la tierra y de ahí se elevan hasta la atmósfera con graves consecuencias para el equilibrio biológico del mundo.