Temen que un «Acuerdo de Copenhague Plus” sustituya al Protocolo de Kyoto

Reconociéndose como los principales responsables del calentamiento global, los países desarrollados signatarios del Protocolo de Kyoto se comprometieron a reducir sus emisiones en un 5 por ciento en un primer periodo que va de 2008 a 2012. El objetivo fundamental de la Cumbre de Cancún era acordar cuánto recortarán de 2013 en adelante, en un segundo periodo de compromisos del Protocolo.

La representante de la Unión Europea Marie Anne Conninsx propuso modificar el Protocolo de Kyoto de tal forma que tomen parte todos los estados miembros de Naciones Unidas, incluidos China y Estados Unidos.

Pero apenas iniciadas las reuniones en cada uno de los grupos específicos de negociación (financiamiento, transferencia de tecnología, alternativas para reducir las emisiones y protocolo de Kioto) quedó claro que los países desarrollados no quieren avanzar hacia un segundo periodo de compromisos del Protocolo.

En los discursos inaugurales del grupo de trabajo específico, Japón y otros países que suscribieron el protocolo de Kyoto declararon abiertamente que nunca aceptarán un segundo periodo de compromisos.

El viernes 3 de noviembre, representantes del ALBA, respaldados por países árabes, africanos y el G77+China, confirmaron la intención de un grupo de países desarrollados de no firmar un segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto.

“Hay países que de una manera sincera y transparente nos han dicho que no habrá un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto, pero hay otros que nos han planteado que para que haya un segundo periodo de compromiso primero se tienen que abrir las puertas a otro protocolo del cual podamos ser parte en el futuro”, reveló el embajador Pablo Solón.

“Esto es como decirle a una persona que, para seguir casada contigo, primero quiero que me dejes abierta la puerta para tener una segunda esposa”, ironizó Solón.

La comisaria europea responsable de Acción para el Clima Connie Hedegaard descartó que un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que sustituya al protocolo de Kyoto, y propuso avanzar en temas secundarios para evitar que el proceso se paralice. (EUROPA PRESS)

“Esto es inadmisible, nosotros veníamos aquí a discutir cuál iba a ser el monto de la reducción de emisiones para este segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kyoto, y no simplemente a discutir temas colaterales”, respondió Solón.

“Hemos estado tratando de acercarnos cuando del otro lado uno encuentra al representante de un país que dice que quiere ir a la playa, porque aquí no hay nada que hacer en la semana. Entonces uno entiende que estar aquí, políticamente, es una pérdida de tiempo y además se estaría garantizando que ocurran escenarios mil veces peores que lo que nosotros hemos visto”, denunció la representante de Venezuela Claudia Salerno.

“Nos sentimos extremadamente frustrados y nos queremos adelantar a lo que puede ser un 10 de diciembre fatídico. Necesitamos que hoy, antes de que se produzca el texto de mañana que van a elaborar los chefs de los grupos de trabajo, utilicen las horas que queden del día para avanzar y tratar de cambiar la posición de estos países”, declaró Salerno.

El bloque ALBA dejó en claro que no firmaría un acuerdo que no contenga disposiciones para un segundo período de compromisos del Protocolo. La delegada venezolana enfatizó que “las posiciones de nuestros países no se venden, no hay dinero en el planeta que compre una decisión por parte de los países del ALBA que pueda significar la muerte de ningún ser humano sobre este planeta”.

La propuesta de los países desarrollados

En el segundo día de debates, el gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón propuso crear un Grupo Informal (GI) para recoger las principales posiciones y presentar un primer borrador de discusión. Desde entonces, los verdaderos debates de la COP se dan al interior de este selecto grupo de países, alertó la secretaria de la Alianza Social Continental (ASC), que articula a las principales organizaciones no gubernamentales de Latinoamérica.

Ante la imposibilidad de avanzar en las cuestiones más importantes, el GI se propone generar un “Acuerdo de Copenhague Plus” que contemple puntos muy básicos referidos a financiamiento y transferencia de tecnología, y también nuevos instrumentos del denominado mercado de carbono.

El documento del GI divulgado el sábado 4 de diciembre propone alcanzar acuerdos en temas secundarios como las normas de transparencia sobre las emisiones y la expansión del mercado del CO2. No incluye nuevos compromisos de reducción de emisiones, y no rescata ni una sola propuesta del Acuerdo de Cochabamba. En los hechos, su objetivo es dar fin al Protocolo de Kyoto.

Según Solón, el documento sigue consignando como opción mantener la temperatura terrestre por debajo de dos grados centígrados, cuando claramente varios países han propuesto entre 1,5 y un grado centígrado. “No entendemos por qué se opta por una opción sin antes ir a un proceso de negociación”, observó el representante boliviano.

Un tema crucial para la delegación boliviana era que en toda acción relativa al cambio climático se preserve, respete y garantice los derechos humanos, pero esa premisa no aparece en el texto de negociación. Igualmente en la parte de visión compartida, no se consideraran los impactos de la industria de la guerra sobre el cambio climático.

El texto del GI habla de movilizar recursos en un máximo de 1,5% del PNB de los países del Anexo 1, pero se mantienen los criterios del Acuerdo de Copenhague acerca del origen de los mismos. Estados Unidos propone un fondo similar al Fondo para el SIDA con destino a los países más vulnerables, pero no estipula escalas ni mucho menos compromisos.

El GI da potestad fiduciaria al Banco Mundial para que supervise el nuevo fondo mundial para el clima, pese a que los países en desarrollo solicitaron de forma unánime un nuevo fondo controlado por la CMNUCC.

En el capítulo de “various approaches” se presentan nuevos mecanismos de mercado de carbono como si fuera una opción acordada, cuando claramente la delegación de Bolivia ha expresado que está en contra.

El documento de marras incluye los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) y la iniciativa para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD), que es parte de las medidas de mitigación, pese a que varios científicos e investigadores de todo el mundo advirtieron que el mercado de carbono es incongruente con el requerimiento de la ciencia porque permite a los países más contaminantes eludir completamente sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

El presidente Felipe Calderón dijo que la incorporación de temas forestales reviste gran importancia puesto que muchos países iberoamericanos tienen serios problemas por la pérdida de la capa forestal. Si se logra dotar al mundo de un mecanismo REDD para detener la deforestación para el año 2020, se tendría un gran avance en la cumbre de Cancún, se pronunció Greenpeace.

Si en Cancún se logran aprobar ambiciosas estrategias contra la deforestación, concretamente los mecanismos REDD, tendremos nuevas fórmulas de financiamiento para recuperar y preservar bosques y selvas tropicales, destacaron Calderón, Marie Anne Conninsx y el eurodiputado sueco Dan Jorgensen.

La India ha sido uno de los principales beneficiarios del MDL y quisiéramos que esa herramienta del Protocolo de Kyoto continúe y se fortalezca, comentó el ministro de Medioambiente de ese país Jairam Ramesh.

Según el director del Departamento de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil Luiz Alberto Figueiredo, la COP16 tendrá un carácter menos legislativo que la COP15 de Copenhague, y vaticinó que la reglamentación del mecanismo REDD puede ser el único acuerdo de la negociación.

Quieren aislar a Bolivia y a los países del ALBA

El Estado de Bolivia cumple un rol protagónico en las negociaciones internacionales sobre cambio climático desde la COP 15 del año pasado, cuando los países del ALBA bloquearon el denominado “Entendimiento de Copenhague”. En la actualidad, es tal vez el único país decidido a frustrar el fraudulento mercado de carbono en la COP16 de Cancún.

Según las normas de Naciones Unidas, todos los acuerdos de la Convención deben ser adoptados por consenso y aprobados de forma unánime por los Estados que participan en la Cumbre. En la COP15 de Copenhague, Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua rechazaron el documento propuesto por Estados Unidos, China, India y Sudáfrica, y al plenario no le quedó otra opción que cerrar la XV Conferencia sin aprobarlo por falta de consenso.

Tras el fracaso de Copenhague, el representante de la Casa Blanca Michael Froman y la comisaria de la UE Connie Hedegaard se reunieron el 27 de enero para buscar salidas y evitar que “países poco constructivos” como Venezuela y Bolivia frustren nuevos acuerdos. Froman propuso “neutralizarlos, captarlos o marginarlos”, según cables filtrados por WikiLeaks y difundidos por el diario El País de España.

Apenas comenzaron las negociaciones en Cancún, el director de Política de Clima Internacional, del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC en inglés) Jake Schmidt alertó que algunos países tratan de obstaculizar el progreso en las negociaciones, sin considerar que “el fracaso en Cancún no les resultará en un beneficio propio”.

Algunos países como Papúa Nueva Guinea sugirieron que si no había posibilidades de alcanzar un acuerdo por consenso, éste debería adoptarse por votación. Luego la presidenta de la COP desmereció las posiciones de Bolivia y del ALBA, tildándolas de posturas más ideológicas y políticas que ambientales. (http://www.jornada.unam.mx/2010/12/03/index.php?section=sociedad&article=048n1soc )

Bolivia y sus aliados del ALBA replicaron que sólo defienden lo estipulado en la Convención Marco y en el Protocolo de Kyoto, reivindicaron una vez más el principio del multilateralismo en las negociaciones de ONU, y reiteraron que no aceptarán jamás la propuesta de los países desarrollados porque no responde en lo más mínimo a las necesidades globales en cuanto a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, y pasa la carga de la mitigación a los países en desarrollo.

En estos momentos los delegados bolivianos son presionados por varios gobiernos y también por instituciones financieras como el Banco Mundial, que amenazó con retirar créditos al país. Todo indica que las presiones recrudecerán en la segunda semana de negociaciones que comienza este lunes.

La estrategia de los países desarrollados y de sus agencias consistirá en mostrar a Bolivia y a sus socios del ALBA como los principales responsables de un nuevo fracaso en la COP16 de Cancún.

La ASC dijo que es preocupante que otros países que podrían jugar papeles activos en la denuncia de este proceso antidemocrático todavía no han salido fuertemente a establecer sus posiciones, “dejando bastante aislados a los países del ALBA”.

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