En Bolivia, uno de los principales exportadores de la castaña; la cosecha se inicia en diciembre y concluye en marzo. Con la temporada de lluvias, los pedúnculos (ramas que sujetan al coco) se debilitan y dejan caer su fruto desde una altura aproximada de  40 metros. En esa temporada los zafreros se internan al bosque para realizar todo el proceso de recolección, en muchos casos ingresan desprotegidos y con el material necesario para la recolección.

Muchos de nosotros ignoramos en qué condiciones recolectan castaña familias enteras de zafreros, con niños pequeños, algunos aún lactando, jóvenes, mujeres y obreros accidentados en anteriores recolecciones.

Con los pies descalzos, una polera y un machete en la mano, ingresan los zafreros de Bolivia a las barracas de castaña para recolectar los nutritivos frutos. Entrar al bosque de esa manera es un riesgo latente, pero la pericia y su experiencia les permiten movilizarse con normalidad.

El paso del hombre amazónico es apresurado y firme, sus sentidos están tan desarrollados que pueden reconocer una víbora camuflada en la espesa vegetación del monte. Los monos se mueven con sigilo para no ser observados por el hombre, los loros parecen pregoneros de la selva que anuncian la presencia del humano en el bosque.

Por las características de la región, el bosque es en lugar mágico, lleno de vida, flora y fauna, riachuelos que refrescan el alma y calman la sed de los trabajadores. Es un lugar peligroso para el visitante novato. Se pueden observar animales silvestres como tigres, monos, chanchos de tropa, víboras, entre otras especies.

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<strong>Proceso de recolección</strong>

Son muchas las etapas que se tiene que pasar para la recolección de la castaña, muchas de ellas son muy riesgosas y se requiere mucha experiencia para no sufrir accidentes al momento de hacer el esforzado trabajo que para muchos zafreros es un trabajo más.

Para recolectar los cocos de castaña hay que caminar horas, dependiendo de donde esté ubicada la región de recolección. En diciembre se empiezan a abrir los senderos con machete para poder internarse hasta los árboles que dejan caer su fruto. Poco a poco se avanza según se vayan abriendo los senderos, pero hay que estar atentos donde uno pisa porque las víboras son hábiles para camuflarse en la espesa vegetación-

Mientras abren los senderos se recolecta los cocos en canastas fabricadas por el mismo material del bosque, el bejuco wuembe. A medida que se internan en el monte los bichos dificultan el trabajo y  en temporada de lluvias se incrementan, sus picaduras son tan fuertes que dejan ronchas en la piel, nadie se salva de los mosquitos y otros insectos, ni siquiera los lugareños.

Armados con bastones de madera diseñados especialmente para la recolección de los cocos, fabricados en base a palo santo o pira quina, la característica de este bastón es  redondo, de una pulgada y media de diámetro, esta partido en su parte inferior en 4 partes a manera de cuatro dedos calados, prensados por una liga para que haga la presión requerida y sujetar al coco, los mimos que son depositados en la canasta que lleva el zafrero en su espalda, luego de la recolección se tiene que reunir los cocos en un sector alejado de la caída de los cocos

Este proceso tiene sus riesgos debido a que tienen que estar atentos a la caída de los cocos, los golpes en las ramas son tan fuertes que los zafreros tienen que estar atentos donde podría caer, se guían por el oído para poder esquivarlos, si les cae un coco en la cabeza podría ser fatal puesto que la altura de los arboles es considerable, muchas personas perdieron la vida por no tener precaución en este proceso.

Luego de la recolección de los cocos se los reúne alejado de os arboles de castaña para evitar accidentes, en este lugar unas personas se encargan del quebrado de los cocos para ello se requiere de precisión y mucha concentración ya que un error podría ser la cause de perder los dedos de la mano. Sentados en el piso, con las piernas abiertas sujetan los cocos con la mano y luego de unos certeros golpes con machete logran abrirlo para sacar la tan preciada semilla, los zafreros experimentados pueden partir los cocos y sostener una conversación al mismo tiempo sin ningún problema, esta proceso del quebrado es sin duda un trabajo muy riesgoso y muchas personas con experiencia o sin ella se cortan la mano o se vuelan los dedos. Por lo general cada coco tiene aproximadamente 30 semillas.

En la etapa de recolección se tienen que apresurar porque la humedad descompone la castaña rápidamente pero las lluvias en muchas ocasiones los obligan a paralizar el trabajo puesto que es muy  riesgoso continuar trabajando, las ramas  y los cocos caen con más intensidad.

Cada árbol varía mucho en su producción, una árbol que recién empieza a dar sus frutos produce entre 30 a 200 cocos, un árbol adulto puede cargar entre 200 a 800 cocos, pero los cálculos más estandarizados es la producción de 11 kilos por árbol según los cálculos de Manuel Lima, presidente de FOBOMADE, sin embrago la producción varía mucho dependiendo de cada gestión y la polinización de los arboles a cargo de las abejas.

El siguiente paso es el traslado de la castaña para ello las reúnen en bolsas de yute que ellos denominan barrica, Las bolsas de castaña pueden llegar a pesar 75 kilos dependiendo de la humedad de las castañas, cuando están mojadas el peso se incrementa, estas bolsas  son trasladadas en las espaldas de los zafreros por kilómetros, durante el traslado se tiene que atravesar por muchos obstáculos desde esquivar la maleza, fijarse bien por donde pasar porque hay árboles caídos que dificultan el tránsito, como es temporada de lluvias el piso está siempre mojado y resbaloso y con 75 kilos en la espalda un resbalón podría ser fatal para sufrir lesiones y fracturas de huesos, con el peso en la espalda se ven obligados en apresurar el paso y poder llegar hasta los caminos improvisados donde puede ingresar el carretón tirado por los bueyes, cuando el camino es muy inestable en ocasiones meten a los bueyes para que ayuden en la carga de las bolsas cargadas a cada costado del buey.

El traslado de la castaña es una de las etapas más complicadas del proceso de recolección como lo afirma Manuel Lima “la parte más difícil de este trabajo para mi es el traslado, cargar el peso en la espalda porque muchos no tenemos el acceso de un transporte y tenemos que trasladarlo en la espalda, es un sacrificio muy grande cargar una bolsa de 80 kilos durante mucho tiempo hasta llevarlo al depósito” afirmó Lima.

Uno de los aspectos más importantes de la recolección de castaña es que usan materiales de la misma naturaleza, desde los canastos que amarran a sus espaldas, los  bastones para recoger los cocos hasta las pitas para amarrar las bolsas, estas pitas son lianas que las sacan de los árboles, ellos la prefieren llamar “misa”.

El último proceso implica dejar la castaña en depósitos especialmente diseñados para su conservación y secado de la misma, la denominan payol, una estructura de madera con techo de jatata. El piso está elevado del suelo y sobre él se almacena toda la castaña recolectada en el monte. Desde ahí, es necesario llevarla hasta los camiones o tractores que luego partirán hacia las beneficiadoras.

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<strong>Riesgos en la recolección de castaña</strong>

Franco Suarez es un zafrero de 40 años, no tiene seguro de salud, nunca recibió aguinaldo y desconoce sus derechos laborales, su principal fuente de ingreso es la recolección de la castaña, con ello puede cubrir de alguna manera los gastos para la canasta familiar, la educación y salud es un lujo para los zafreros de castaña.

El pilar económico de pando es sin duda la castaña miles de familias se dedican a este trabajo en pésimas condiciones, la mayor parte de las familias trabajan para su patrón quienes son obligados a internarse al bosque por semanas para poder extraer la tan preciada nuez amazónica que beneficia  más a sus patrones y no tanto así a los zafreros. Otra de las modalidades de extracción de la castaña se encuentra bajo la organización de comunidades quienes se dividen sus barracas de castaña  como es el caso de la comunidad trinchera de Pando ubicada a 52 kilómetros de cobija y alberga 18 familias, emplean el sistema de usos y costumbres donde cada familia tiene su área donde realiza sus actividades, los comunarios son libres de explotar la castaña y venderla a quien mejor les pague por el producto, situación contraria ocurre con los zafreros que trabajan para su patrón quienes tienen que entregar las barricas de 70 kilos a Bs 100, mientras que el precio de la barrica en el mercado nacional oscila entre Bs. 300 a 345. “El hecho liberarse del patrón, ya no ser dependiente de la barraca de castaña se convierte en una independencia de las economías campesinas, eso les genera mejores ingresos económicos, mejora su calidad de vida y se puede financiar la educación de nuestros hijos” expresó Manuel lima.

Otro de los riesgos  latentes son las víboras entre las más venenosas está la denominada “yoperojobo” es una víbora pequeña de color verde que se camuflan perfectamente entre la hierba, su apariencia es inofensiva pero su veneno es tan fuerte que puede matar a su víctima en cuestión de minutos. El tigre o jaguar ronda sigiloso por estas regiones, observa a los hombres desde una distancia prudente y cuando uno menos piensa puede atacarlos, muchos casos se reportaron del ataque de este felino.

El traslado de la castaña es otro de los riegos debido a la inestabilidad del camino y el peso que llevan en su espalda una caída puede fracturar las costillas o desviar la columna vertebral, por la intensidad de las lluvias características de la temporada los zafreros se tienen que dar modos para poder sacar la castaña de las barracas, por lo general la trasladan en sus espaldas luego de muchos días de internarse en el bosque.

A principios de año mucha gente se reúne en las barracas de castaña, familias enteras entran desprotegidas ante los peligros del bosque, muchos entran y sólo Dios sabe cuántos retornarán….

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