Disminuye por primera vez latasa de deforestación mundial

«Por primera vez, somos capaces de demostrar que la tasa de deforestación ha disminuido a nivel mundial como resultado de una serie de esfuerzos coordinados a nivel local e internacional», declaró el director General Adjunto del Departamento Forestal de la FAO Eduardo Rojas.

«Los países no sólo han mejorado sus políticas y legislación forestales, también han asignado bosques para uso de comunidades locales y pueblos indígenas, y para la conservación de la diversidad biológica y otras funciones medioambientales. Es un mensaje bienvenido en 2010, el Año Internacional de la Biodiversidad», celebró Rojas.

La deforestación en el mundo, especialmente la conversión de bosques tropicales en tierras agrícolas, ha disminuido en los últimos diez años, pero continúa a un ritmo alarmante en muchos países, indican las <a href=»http://www.fao.org/forestry/static/data/fra2010/KeyFindings-es.pdf»>conclusiones principales </a>del estudio forestal más completo realizado por la FAO hasta la fecha en 233 países: la <a href=»http://www.fao.org/forestry/fra/fra2010/es/»>Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010</a>.

A nivel mundial, se han convertido a otros usos o se han perdido por causas naturales 13 millones de hectáreas de bosques anuales entre 2000 y 2010, en comparación con 16 millones de hectáreas anuales durante la década de 1990.

«La tasa de deforestación continúa siendo muy alta en muchos países y las zonas de bosque primario – bosques no alterados por la actividad humana – siguen disminuyendo, por lo que los países deben intensificar sus esfuerzos para mejorar su gestión y conservación», alertó Rojas.

Brasil e Indonesia han reducido considerablemente sus tasas de deforestación, mientras que las plantaciones forestales en China, India, Estados Unidos y Viet Nam han añadido más de siete millones de hectáreas de nuevos bosques cada año. En Norteamérica y Centroamérica, la superficie forestal permaneció bastante estable, mientras que en Europa siguió creciendo, si bien a una tasa menor que antes.

Como consecuencia, la pérdida neta de superficie forestal se ha reducido de 8,3 millones de hectáreas al año de la década de 1990 a 5,2 millones de hectáreas anuales entre 2000 y 2010.

La superficie forestal total mundial asciende a algo más de cuatro mil millones de hectáreas, el 31 por ciento de la superficie terrestre total. La pérdida neta anual de bosques (es decir la suma de las perdidas menos la suma de los incrementos en superficie forestal)  en el periodo 2000-2010 equivale a una superficie similar a la de Costa Rica.

La devastación de la foresta se debió en gran parte al vertiginoso aumento de los cultivos de maíz, tanto para la producción de alimentos como de agroenergía. El acelerado consumo de carbón vegetal o de madera para generar energía amenaza con convertir a Haití en el primer desierto del Caribe.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 70 por ciento de los haitianos cocina con carbón, lo cual obliga a talar entre 15 y 20 millones de árboles cada año. La deforestación convirtió a Haití en un país demasiado vulnerable a las inundaciones, además de erosionar el suelo y acabar con buena parte de las reservas de agua.

<strong>Conclusiones principales
</strong>Las Evaluaciones de la FAO de los recursos forestales mundiales se publican cada cinco años. Más de 900 especialistas de 178 países han participado en la Evaluación de los recursos forestales mundiales de 2010. El informe completo de esta evaluación se hará público en octubre de 2010.

Otros hallazgos clave del informe son:

Brasil perdió una media de 2,6 millones de hectáreas de bosque anuales en los últimos diez años frente a los 2,9 millones de hectáreas en los 90. Las cifras de Indonesia ascendieron a 0,5 y 1,9 millones de hectáreas al año respectivamente.

Los bosques primarios constituyen un 36 por ciento de la superficie forestal total pero han disminuido en más de 40 millones de ha desde el año 2000. En gran medida esto se debe a la reclasificación de los bosques primarios como «otros bosques regenerados de forma natural» debido a la tala selectiva y otras intervenciones humanas.

La superficie de bosques en parques nacionales, áreas naturales silvestres y otras zonas legalmente protegidas ha aumentado en más de 94 millones de hectáreas desde 1990 y actualmente equivale a un 13 por ciento de la superficie forestal total.

Los bosques representan uno de los principales sumideros mundiales de carbono. Almacenan unas 289 gigatoneladas (Gton) de carbono en árboles y otra vegetación. El carbono almacenado en la biomasa forestal, la madera muerta, la hojarasca y el suelo es mayor – en conjunto – que todo el carbono presente en la atmósfera. A nivel mundial, se estima que las reservas de carbono en la biomasa forestal descendieron en 0,5 Gton al año en el período 2000-2010, principalmente debido a la reducción de la superficie forestal total.

Los incendios, las plagas y las enfermedades están causando daños cada vez mayores a los bosques de algunos países. En promedio, cerca del uno por ciento de la superficie forestal mundial se ve significativamente afectado cada año por los incendios forestales. Las plagas de insectos dañan unos 35 millones de hectáreas de bosque cada año. Los fenómenos climáticos extremos como las tormentas y ventiscas, y los terremotos, también provocaron graves daños durante la última década.

Desde el año 2000, setenta y seis países han desarrollado o actualizado sus políticas forestales y desde 2005, sesenta y nueve países – fundamentalmente en Europa y África – han promulgado o enmendado sus leyes forestales.

La recolección de datos para la Evaluación de los recursos forestales mundiales se está haciendo más exhaustiva y precisa. Los nuevos datos y la información adicional sobre la forestación y la expansión natural de los bosques en los últimos 20 años han permitido estimar de forma más precisa las tasas de deforestación y pérdidas por causas naturales. La nueva estimación mundial para el periodo 1990-2000 (próxima a los 16 millones de ha al año) es mayor que la anterior, debido a que ahora también incluye la deforestación en países que han experimentado un aumento neto de su superficie forestal.

Un estudio de teledetección de bosques, liderado por la FAO, con el muestreo de unos 13 500 puntos, cada uno observado en un periodo de 15 años, proporcionará para finales de 2011 datos aún más exactos sobre las tasas mundiales y regionales de deforestación.

<strong>La situación en Bolivia</strong>

Bolivia es un país forestal porque el 48% de su territorio (aproximadamente 53 millones de hectáreas) está cubierto por bosques. Es el quinto país más rico en recursos forestales del continente, después de Canadá, Brasil, Estados Unidos y Perú.

La tasa de deforestación en Bolivia ha crecido de manera alarmante en los últimos años. Se estima que en 2001 se deforestaban alrededor de 230 mil hectáreas de bosques; alrededor de 300 mil hectáreas anuales a mediados de la década y hasta medio millón de hectáreas por año en la actualidad.

Una investigación de Conservación Internacional revela que la agroindustria del departamento de Santa Cruz desmonta en promedio 225 mil ha de bosques cada año (75% de la deforestación nacional) para cultivar soya, caña y criar ganado. (Killeen 2006).

En ese departamento, fotografías satelitales demuestran que la deforestación era menor a 80 mil hectáreas por año en el área de expansión y la zona  integrada en 1975.  En las fotografías de 1992 ya se ven muchas parcelas de soya y la deforestación alcanza a más de 160 mil ha anuales. Para el año 2000 casi no queda bosque en el área estudiada, y la deforestación anual bordea las 270 mil hectáreas.

Si bien la mayor parte de la deforestación se concentra en el departamento de Santa Cruz, existen nuevos polos de deforestación como el departamento de Pando, sobre todo en zonas productoras de castaña. Además, la tala de bosques avanzó en los márgenes de la carretera Chapare-Yapacani, en Cobija, Guayanamerín, Riberalta y Puerto Suárez.

Los principales responsables de la deforestación y de los desmontes ilegales en Bolivia no son los colonos o los pequeños productores, sino los grandes emprendimientos agroindustriales. Prueba de ello es que el 1% de los casos de desmonte representaron el 40% de la superficie deforestada en 2007, según datos de la Unidad de Control de Desmonte e incendio forestal de la Superintendencia Forestal.

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Fobomade

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